Cuando presentas dolor persistente, limitación al caminar, inflamación recurrente o molestias al hacer deporte. También ante esguinces mal recuperados o deformidades como juanetes o dedos en garra.
Sí, por supuesto. Si no sabes si tu caso requiere visita médica, pruebas o simplemente observación, puedes rellenar nuestro formulario de contacto gratuito. Te ofreceremos una primera orientación personalizada y sin compromiso, con el único objetivo de ayudarte a tomar la mejor decisión para tu salud.
Ambos causan dolor en el talón, especialmente al levantarse por la mañana, pero no son lo mismo.
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia que recorre la planta del pie.
El espolón calcáneo es una calcificación en el hueso del talón, que puede aparecer como consecuencia de la fascitis, pero no siempre duele.
La clave está en una buena valoración para adaptar el tratamiento.
No. Puede tratarse de una fascitis plantar, una de las causas más comunes de dolor en el talón. Un diagnóstico precoz mejora el pronóstico.
Sí, pueden ser muy beneficiosas en patologías como la fascitis plantar, metatarsalgia, pie plano o algunas alteraciones biomecánicas. Sin embargo, deben estar siempre indicadas tras una valoración personalizada.
Es importante tener en cuenta que suelen requerir ajustes durante las primeras semanas de uso y que su eficacia aumenta cuando forman parte de un tratamiento conjunto entre traumatología, podología y fisioterapia.
En procesos inflamatorios o degenerativos que no responden al tratamiento conservador. Las infiltraciones ecoguiadas mejoran la precisión y la eficacia del tratamiento. Además son un recurso diagnóstico ya que nos permite, en función de la respuesta clínica, orientar mejor tu patología.
Solo cuando el tratamiento conservador no ha dado resultado o cuando hay una lesión estructural que compromete la función o la calidad de vida (como roturas tendinosas, inestabilidad crónica, hallux valgus severo…).
Las técnicas mínimamente invasivas permiten reducir el daño a los tejidos, disminuir el dolor postoperatorio y acortar el tiempo de recuperación. Se aplican con éxito en procedimientos como la cirugía de juanetes, fascitis plantar, lesiones del tendón de Aquiles o artroscopias de tobillo.
No obstante, no todos los casos son candidatos ideales. En algunas situaciones, es preferible optar por técnicas mini-open o combinadas, que permiten un mayor control quirúrgico manteniendo un abordaje limitado. La indicación debe valorarse de forma individualizada según la patología, el tipo de paciente y los objetivos funcionales.
No, es un mito. Cuando está bien indicada y realizada por especialistas, la cirugía de juanetes (hallux valgus) puede lograr muy buenos resultados, tanto funcionales como estéticos.
Lo más importante es saber que la cirugía no se recomienda por motivos estéticos si no hay dolor o alteración funcional.
👉 Existen técnicas mínimamente invasivas, percutáneas o abiertas, que se adaptan a cada tipo de deformidad.
👉 El objetivo principal es aliviar el dolor, corregir la alineación y mejorar la calidad de vida.
👉 Como cualquier intervención, conlleva riesgos y posibles complicaciones, pero no “siempre sale mal” si está bien planificada.
👉 Al ser una cirugía de corrección de deformidad, a veces con el paso de los años hay cierta recidiva.
La metatarsalgia es un dolor localizado en la parte delantera del pie, a nivel de las cabezas de los metatarsianos. Puede estar causada por sobrecarga mecánica, calzado inadecuado, deformidades o alteraciones de la pisada. Se trata con plantillas personalizadas, fisioterapia, cambios en la actividad y, en casos más avanzados, con cirugíaadaptada a la causa.
Si has tenido esguinces de tobillo repetidos, sensación de que el tobillo “falla” o se tuerce fácilmente, puede tratarse de una inestabilidad crónica.
Esta patología puede causar lesiones asociadas (como lesiones osteocondrales) y debe ser valorada con exploración física y pruebas de imagen.
Hay tratamientos conservadores y quirúrgicos según el grado de afectación.
Depende del grado de la lesión. En fases leves o subagudas, puede mantenerse actividad adaptando la carga y modificando el tipo de ejercicio.
En casos avanzados, lo más recomendable es interrumpir temporalmente la actividad y seguir un plan de tratamiento progresivo.
Lo importante es evitar que la lesión se cronifique o derive en roturas o fibrosis.
En adultos, las plantillas no corrigen el pie plano estructuralmente, pero sí pueden mejorar la alineación, reducir el dolor y prevenir sobrecargas.
Son especialmente útiles en fascitis plantar, tendinopatías, metatarsalgia o dolores por mala pisada.
Siempre deben prescribirse tras valoración individual y suelen requerir ajustes iniciales. Es recomendable un abordaje conjunto con traumatología, podología y rehabilitación.
Si ya te han hecho alguna radiografía, resonancia, ecografía o estudio de pisada, es importante tener las imágenes y los informes para revisarlos en la consulta. Si no tienes pruebas, no te preocupes: en muchos casos, la exploración clínica y una ecografía en consulta son suficientes para orientar el diagnóstico y decidir si se necesita más.
Sí. La valoración del pie diabético o con vasculopatía debe hacerse de forma cuidadosa y especializada.
Tratamos deformidades, lesiones de partes blandas, ulceraciones o secuelas traumáticas, siempre priorizando la función y la prevención de complicaciones.
En casos complejos, trabajamos de forma coordinada con otros profesionales (endocrinología, rehabilitación, vascular…)
El neuroma de Morton es un engrosamiento inflamatorio del nervio interdigital, más común entre el tercer y cuarto dedo.
Provoca dolor, quemazón o sensación de “piedra” en la planta del pie.
El tratamiento puede ser conservador (plantillas, calzado ancho, infiltraciones) o quirúrgico si los síntomas persisten.